jueves, 8 de marzo de 2012


POBLADORAS DE LA TIERRA







Somos la voz de las mujeres,
esa voz que durante milenios permaneció callada,
esa presencia que durante siglos fue ocultada.
Somos las semillas que el Universo esparció
para ser el regazo de los seres que habitan en la Tierra.
Hemos poblado el mundo de hombres que nos han amado,
pero que también nos han esclavizado.
En épocas pasadas fuimos vendidas como esclavas,
repudiadas en conventos, ofrendas en ritos a los dioses,
sometidas al disfrute de muchos, para honrar
las costumbres inventadas en el nombre de Dios.

En África, hemos sido mutiladas; esclavizadas en Asia,
forzadas a trabajar en América y en Europa
fuimos perseguidas por la Inquisición,
sin importar si éramos niñas o ancianas.
Hemos sobrevivido a sometimientos
y duras jornadas de trabajo sin descanso,
para trabajar en las calles, en los campos, en las fábricas,
en el hogar..., cuidando de muchos que después nos olvidaron.
Ejercimos de costureras, limpiadoras, sirvientas, cocineras,
maestras, enfermeras… , para ser miradas
con los ojos de nuestros dictadores
que nos han contemplado como seres sin derechos.

A pesar de todo, hemos perdonado, porque en nosotras
siempre reinó el amor, porque nuestra fertilidad
nos dota para poblar la Tierra de esperanza.
Nuestro eco resurgirá entre las cenizas,
y saldrá de las sombras para viajar a través de los continentes.
Llevará nuestra voz a los más recónditos lugares,
y perdurará por siempre para ser pobladoras de la Tierra.
Elena Sánchez Brun

2 comentarios:

Anna Genovés dijo...

ELENA,

Sí querida amiga,
Nosotras, como el Ave Fénix, siempre nos levantamos una y otra vez, aunque nos desoyen vivas, aunque expolien nuestros cuerpos o maten nuestra alma.

Las mujeres llevamos el don de la vida en nuestro cuerpo, y por ello, siempre seremos el germen del futuro, tan incierto como certero, tan oscuro como diáfano.

Nos has brindado una poesía para subirnos la moral a todas nosotras, las mujeres… El ser más fuerte de la creación.

Gracias, bss,


Ann@ Genovés

Elena dijo...

Pues sí, la verdad. Aunque como bien me ha comentado otra amiga en Facebook, ahora ya no dejamos que se nos suban a la parra, pero existen tantísimas mujeres en otras partes del mundo que todavía viven como nuestras antecesoras hace mil años.