miércoles, 25 de abril de 2012

Este es uno de mis poemas favoritos, que forma parte de los 74 que hay en mi libro "Universo de estrellas":
SER GEISHA En el mundo del sol naciente, no eres ni princesa, ni reina, eres artista del mundo, ninfa de los nenúfares, doncella sirviente que no puede decir no.. Varios otoños han pasado desde que dejaste tu morada, más allá de las montañas. Te enseñaron desde niña, de entre todas, a ser la mejor, preparándote a conciencia. No naciste para esta vida, lo sabes, pero no tuviste elección. Aceptaste con humildad el sacrificio de no ser tú misma para ser lo que los demás quieren que seas. Todo es fascinación y misterio, en tu mundo secreto de bambú. Como agua profunda tus ojos negros azabache contemplan en mística mirada, mientras alzas tu abanico, en zigzagueantes movimientos que danzan al ritmo de tu arte. La seda transparente de tu pelo viste las virtudes de tu kimono, mujer en rojo. Tu fragancia de lilas y tu tierna voz conducen más allá de las colinas de la aurora. Tus pasos cortos en estrechas calles, adornan los portales con las flores que evocan tus propios pensamientos. Mientras el ruiseñor espera, repartes los pétalos de tu alma que se derrumba, soñando con el príncipe que nunca tendrás. Y bordas el cielo con tus níveas manos alzando tu tez pintada en blanca celosía. Es el sonido de la flor de loto al caer la que despierta tus melancólicas melodías y hace palpitar toda presencia humana. Entre los cerezos en flor, las golondrinas cantan recogerán los pedazos que tu corazón desprenda, hasta que no quede nada. La felicidad no forma parte de tu vida, eres tú quien debe hacer felices a los otros. El corazón se mueve al son de tu danza, fingiendo tu pena, porque no hay esperanza. Varitas de incienso miden el tiempo en tu reloj de arena. La distancia no existe. Tu poesía se hace verbo, porque es eco en melodía y se detiene el tiempo en un instante cuando ríes, cuando lloras… cuando exhalas un soplo de tu belleza que viste de crespúsculo al cielo sobre la tierra.

4 comentarios:

Anna Genovés dijo...

Elena,

Hermoso retrato de las “chicas del kimono” como vulgarmente las llaman… Ejerciendo la profesión más antigua de la sociedad de manera primorosa, adoctrinadas en todos los saberes y en hacer feliz al hombre por encima de todas las cosas.

Princesas de la mentira envueltas en sedas finas… Criaturas perfectas entregadas a los placeres en la edad de la inocencia. Exquisitas y sofisticadas como pocas.

Comparto todas las palabras y sensaciones contigo. Gracias amiga.

Ann@

Concha González dijo...

Muy bonito y bien narrado.

Anna Genovés dijo...

Elena,

Tantos años escribiendo: para algo teiene que servirnos.

Tu historia es muy bella. Besos,

Ann@

Elena dijo...

Cierto. Quizás se les pone una fama que no tienen, pero se deben a su trabajo. Yo, por un lado, las admiro. Hay que tener unas cualidades muy peculiares para poder ejercer esos movimientos con el abanico y esas danzas tan sutiles. Por otro lado, mientras son Geishas renuncian a su vida propia, por muy normalizada que la quieran tener. Pero creo que son "criaturas" a tener en cuenta.