lunes, 9 de abril de 2012


NOCHE EN LA CIUDAD

Negro cielo que invade la ciudad,
donde la luna se interpuso al sol
en precoz presencia, en turbios
presagios que buscan al viento
que huye entre edificios que alcanzan el cielo.
La brisa se enfrenta a los rostros
de la gente que camina entre las sombras.
No es sólo paz el amor que les invade,
sino inquietos recelos deseosos
de ofrecer sus corazones ansiosos.

El tiempo juega entre el umbral
de aquella casa que entre brumas
permanece como ave solitaria
y ausente de los sueños de media noche.
La luna expectante, escucha los sonidos
que la música del viento de la noche
trata de encontrar en el vacío de la luz.
Observa la gente caminando,
como vigía que espera el canto del grillo
que en los jardines nocturnos deambula
despertando el sueño de las estrellas.
Nada se parece al alboroto de las mañanas,
que transcurren entre voces sin concierto,
cláxones desesperados e impacientes
por llegar a su destino.
¡Qué triste es la noche en la ciudad!